Mantener una boca saludable es indispensable para todas las personas, pero principalmente aquellas que tienen necesidades especiales y que debido a su condición, se les dificulta la higiene bucal, tal es el caso de quienes tienen síndrome de Down.
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Salud dental para personas con síndrome de Down
Según el Manual de Prevención primaria y cuidados dentales para niños con síndrome de Down, dirigido a padres de familia y tutores, los niños con síndrome de Down, por sus características psicológicas, su poca destreza manual e intelectual, son susceptibles a enfermedades dentales y trauma oral.
Una salud oral deficiente puede tener efectos perjudiciales en la calidad de vida de la persona, ya que le causa dificultades en la alimentación, el habla, el sueño, la autoestima, las actividades diarias y, por supuesto, genera dolor, añade.
Algunos pacientes especiales manifiestan ansiedad, terquedad y resistencia al cambio, lo que hace que el tratamiento dental sea una experiencia difícil. Sin embargo, el proceso de higiene dental puede tornarse en un medio divertido con la ayuda y participación simultánea de padres y niños.
Tratamientos dentales para personas con necesidades especiales
La mayoría de tratamientos a personas con síndrome de Down puede llevarse a cabo en la clínica dental general con precauciones adecuadas.
Se recomienda que el dentista eduque de manera temprana a los niños para que logren una higiene oral apropiada. Las instrucciones deben darse con tiempo y paciencia.
Los niños deben ser llevados al dentista lo más pronto posible antes de la erupción de piezas dentales.
Existe la creencia de que los niños con síndrome de Down no serán buenos pacientes y por su condición deberán ser tratados bajo sedación o anestesia general, lo cual no es así.
Muchos padres no llevan a sus hijos al dentista por temor a que ellos no tengan una buena experiencia.
Los pequeños con necesidades especiales requieren de profesionales de la salud que tengan el conocimiento y experiencia para darles el tratamiento adecuado, así como para brindar la información idónea a los padres.
Es de absoluta importancia que el odontólogo general que decida tratar estos pacientes conozca las características sistémicas emocionales y psicológicas para lograr cuidado dental completo y sin riesgos para el paciente.
Estos niños no tienen la habilidad para cepillarse correctamente los dientes, por lo que necesitan que un adulto los supervise y los apoye, ya que por sus dificultades en motricidad fina no lo pueden hacer en forma exhaustiva.
“No existe una técnica especial de cepillado. Lo importante es que un adulto los cepille al menos tres veces al día, y conforme el paciente vaya adquiriendo la destreza adecuada, lo hará por sí mismo”.
Hay que recordar que la edad en la cual se espera que el niño con desafíos en su desarrollo cuide sus dientes es mucho más tardía que en los demás menores.
Por etapas
En la edad preescolar —de 2 a 6 años—, la presencia de los padres en la clínica en la primera visita al odontólogo es de gran ayuda para transmitir seguridad al niño.
En la edad escolar —de 6 a 12 años—, el profesional debe dar explicaciones detalladas de lo que hace y alabar toda conducta positiva. Esto ayuda a que el menor se familiarice con los tratamientos e instrumentos de la consulta dental. Hay que motivarlo para que adquiera buenos hábitos de higiene dental.
En la adolescencia hay que continuar con la motivación para que adquiera responsabilidad sobre su salud bucal, aunque según el grado de capacidad diferente es aconsejable que los padres supervisen la higiene dental diaria.
En este espacio se presentan imágenes de algunas posiciones que facilitan el cepillado de los niños con síndrome de Down, así como adaptaciones al cepillo. También refiere que el cepillo eléctrico es de utilidad para personas con poca destreza manual y tiene la misma eficacia que el común.
Afecciones comunes
Los niños con síndrome de Down pueden presentar cualquiera de los siguientes padecimientos:
- Anodoncia: ausencia de piezas dentarias primarias, de leche, o permanentes.
- Oligodoncia: uno o varios dientes extras.
- Dientes en clavija: con forma delgada y alargada, similar a un grano de arroz.
- Hiperglosia, lengua grande: dificulta la pronunciación apropiada de las palabras. También suelen tener lengua fisurada, granulada y estriada.
- Bruxismo: rechinamiento de dientes en la noche y bruxomania, durante el día.
- Caries: 80 por ciento de los niños menores de 3 años la padece.
- Gingivitis: sangrado de encías por una higiene oral deficiente.
Tratamiento ideal
Para que los niños tengan una salud bucal óptima, se recomienda seguir este plan:
- Visitas semestrales al dentista.
- Cepillarse al menos tres veces al día o después de cada comida.
- Utilizar pasta dental infantil con flúor desde los 6 meses hasta los 6 años.
- A partir de los 6 años, cepillarse con dentífrico de adultos. La porción de pasta a utilizar es similar a la mitad de una arveja.
- Usar hilo dental diariamente, por la noche.
- Limitar el consumo de azúcar. La cantidad máxima diaria en niños hasta los 12 años es entre 9 y 12 gramos —tres o cuatro cucharaditas—.
- Se recomienda usar enjuague bucal de dos a tres veces al día.
Posiciones de cepillado
A continuación se describen algunas posiciones que facilitan la limpieza dental del niño:
- ACOSTADO: El niño se acuesta con la cabeza sobre la almohada. El encargado se arrodilla mientras le cepilla los dientes.
- DE STARKEY: El menor permanece sentado mientras el padre, por detrás, le hace la limpieza bucal.
- INDEPENDIENTE: Los niños mayores o adolescentes aprenden con el tiempo a cepillarse por sí mismos.
- HILO DENTAL: Es importante que el menor aprenda a limpiar los espacios entre las piezas dentarias con hilo dental.
- ADAPTACIONES: Para niños incapaces de levantar manos o brazos, se puede alargar el mango del cepillo.